Del 29 de Junio al 2 de Julio Madrid y en el Festival de Almagro
Lope de Vega, Calderón de la Barca, Quevedo y Góngora no vivieron la expulsión de los judíos de 1492, pero sí asistieron a los numerosos autos de fe que la Inquisición organizaba para ajusticiar a los marranos: conversos e hijos de conversos que seguían practicando el judaísmo en secreto. Los autos de fe suponían un auténtico espectáculo público al que se asistía en masa; en este, como en cualquier obra teatral, era fundamental el vestuario, la escenografía y la distribución escénica de los participantes. Todo este macabro universo tomaba elementos del teatro de la época, especialmente de los autos sacramentales, tan fastuosos y populares. Mira de Amescua, contemporáneo a Quevedo y Calderón, escribió un auto sacramental titulado “La Inquisición”, que ha servido de inspiración a “Marrano, un cuento de la Inquisición” una obra inspirada en dos hechos históricos (el asesinato del sumo inquisidor de la coronoa de Aragón, Pedro de Arbués; y la expulsión de los judíos a finales del siglo XV) que cuenta la historia de Uriel, un judío nacido en la Sevilla de 1470 cuya vida da un vuelco cuando la Inquisición llega a la ciudad.
SINOPSIS
En el año 1485, la ciudad de Zaragoza fue el escenario de uno de los crímenes más espantosos de su historia: mientras rezaba en la catedral, un monje dominico fue degollado a sangre fría por un grupo de sicarios armados con puñales. El monje quedó tendido frente al altar mayor, ahogándose en su propia sangre mientras los asesinos huían a la carrera para salvar el pellejo. La ciudad quedó conmocionada y no era para menos: acababan de matar a Pedro de Arbués, el máximo representante de la Santa Inquisición en Aragón.Nuestra historia comienza preguntándonos por la identidad y las razones de una de las personas que asesinó al sumo inquisidor: Diego. Diego de Sevilla, antes conocido como Uriel, el hijo del zapatero. Un judío, un infiel, un marrano, cuya vida da un vuelco cuando la intolerancia religiosa y el fanatismo le arrebatan de un plumazo todo lo que tenía, obligándolo a renunciar a su fe, a su mundo y a su propia familia. Os invitamos a descubrir la historia real, sencilla y pequeña de un hombre sencillo y pequeño que vivió en primera persona uno de los episodios más terribles de nuestra historia como país: la expulsión de los judíos.
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